Por Catalina Alegría, trail runner y Sales Manager en SUDA Outdoors.
Norte: De Calama a Arica
En algún momento con unas amigas deportistas y mi pareja, realizamos un Roadtrip express al norte. Cuando digo express, es porque realmente eran solo 5 días que teníamos libres y queríamos aprovecharlos al máximo. El viaje consistía en recorrer de Calama hasta Arica.
La primera parada fue San Pedro de Atacama. Es una ciudad muy turística, muy mística también, y está en el top 4 destinos más demandados por turistas extranjeros. No está en los Top destinos de los turistas chilenos, lo cual creo puede deberse a la sensibilidad de precios. Aquí brindaremos algunos tips para viajar y descubrir sin tanto capital.
En la plaza de San Pedro está repleto de lugares para comprar, comer, pasar por un café. Incluso al medio de la plaza es común ver a artistas locales tocando música folklórica y en nuestro caso, nos tocó escuchar música clásica. También se instalan ferias en ciertas épocas del año, al lado de la Iglesia San Pedro de Atacama, donde se venden hierbas típicas de la zona como la “muña muña”. En calle Caracoles puedes arrendar por 3 mil pesos tabla de sandboard y casco, para luego disfrutar lanzándote por las dunas del Valle de la Muerte (valor entrada: $3.000). Si no tienes medio de transporte, incluso en la misma calle Caracoles arriendan bicicletas a muy buen precio.
Hay un restaurant llamado Aura Andina, el cual es espacioso e ideal para ir con la familia. Si te gusta salir de noche por cervezas y pizzas artesanales, un clásico es Barros Restaurante que se caracteriza por comida latina- chilena. Si vas entre el 28 y el 30 de junio, se celebra en todas las calles la fiesta de San Pedro y San Pablo. Disfraces, música, comida típica y gente sonriendo es lo que inunda las calles.
Tomamos la carretera principal, pasando por plena Pampa del Tamarugal. Pasamos a comer a Pozo Almonte, el cual es una pintoresca ciudad repleta de restaurantes a muy buen precio. Además, resulta estar ubicada a unos minutos de importantes oficinas salitreras, tales como las de Humberstone y Santa Laura. La más conocida es Humberstone, donde la entrada tiene un valor de 4 mil pesos.
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Llegando a Arica, conocimos la Iglesia Catedral San Marcos y pasamos por las cevicherías a pasos del mar. El viaje culminó con nuestra participación en una carrera de trail running que fomenta el turismo en el norte de Chile: Central Run. Se inicia en el Valle de Lluta, en la localidad de Molino, donde el circuito pasaba por la mística y olvidada estación ferroviaria Estación Central, la antigua ruta ferroviaria que conectaba Arica con la capital boliviana de La Paz. Si tuviese que describir el paisaje de Molino en pocas palabras diría: valles verdes en pleno desierto.
Centro: Salinas de Pullally
Salinas de Pullally es una pequeña localidad en la región de Valparaíso, caracterizado por su desembocadura del río hacia el mar. Dado que sus olas son pequeñas, es especialmente conocido por promover deportes outdoor ligados al mar, tales como stand up paddle, surf, bodyboard, kayak, entre otros. Eso sí, si quieres aventurarte a su escondida y extensa playa, deberás mojarte un poco porque se debe cruzar una masa de agua. Esto vale totalmente la pena por la observación a la vida que ahí se encuentra: es común ver cangrejos, erizos y diferentes especies de aves.
Para ingresar, el estacionamiento por el día está en el orden de los $3000 y $4.000. La playa ahora incluso cuenta con baños. Una famosa actividad que se dicta a través de touroperadores de la zona es andar en kayak por el humedal Salinas de Pullally. Este humedal alberga a muchísimas especies de aves migratorias. En diciembre 2019 se declaró Santuario de la Naturaleza junto a las extensas dunas de Longotoma.
¡Mira esta ruda en Suda! Kayak Salinas de Puyay
Hace un par de años, dada la escasez hídrica del territorio y sumado a un incremento de demanda de productos saludables, nació un mágico lugar llamado El Rey de la Quinoa. Naturalmente, casi todo lo cocinan en base a este producto. No puedes dejar de probar los kuchenes de quinoa con physalis o frutilla. Y el símil al mote con huesillo: quinoa con frutilla. También te recomiendo a ojos cerrados ir a probar las empanadas de “La pica del gran Zeta” (nombre en honor a la película del pingüino surfista).
Sur: Chillán y Coihueco
Decidimos pasar un fin de semana en Chillán. La primera parada realizada fue el famoso mercado chillanejo. Se caracteriza por la venta de artesanía en madera, ropa de huaso(a), flores, huevos de campo y quesos, pero en especial, las clásicas longanizas. Compramos "Pincheira", aunque de todos modos está lleno de otras buenas marcas. Otras que nos recomendaron fueron las "Cordillera", las cuales además son más económicas.
Recorrimos la Catedral de Chillán, la cual está a unas pocas cuadras. Tiene una peculiar forma parabólica y fue declarada Monumento Nacional en el año 2014. A pasos está el "paseo peatonal", el cual en varias ocasiones tiene exposiciones de pintura, mimos, ferias del libro, además de estar repleto de locales y cafeterías para comer.
En la tarde, partimos al tranque Coihueco. En el día hay mucha gente practicando deportes acuáticos, tales como motocross. Un muy buen lugar para trotar, andar en bicicleta o simplemente, disfrutar de la vista.
¡Mira esta ruta Suda de trail running alrededor del embalse de Coihueco!
Onde´l Pala es una picada tradicional chillaneja vigente desde 1967. Las mesas y sillas son de troncos, muchas noches hay música folklórica de artistas de la zona. Nunca faltan las sopaipillas con pebre, terremoto y chicha. Generalmente es gratis, pero cuando hay shows puede llegar a costar 3 mil pesos la entrada. Este es lejos uno de mis lugares favoritos.
Otro destino infaltable son las famosas "Termas de Chillán", las cuales están abiertas tanto en verano como en invierno. Nosotros optamos por "Valle Hermoso" (queda un poco antes de las Termas). La entrada fluctúa entre $5.000 y $10.000. Cuenta con un amplio camping, tiendas de comida y 3 piscinas termales a distinta temperatura al aire libre.
Rumbo a este lugar está repleto de lugares gratuitos o bastante económicos, muy bonitos, tales como: Los Lleuques, Pinto, Las Trancas (¡en invierno son lo más lindo!), la Gruta del Pangue, laguna del Huemul, Salto Las Turbinas, Mirador el Regalo, Cascada Rucapirén, entre muchos otros. La cueva de los Pincheira (sí, ¡los mismísimos Pincheira!) es el único lugar pagado de los anteriormente mencionados. La entrada tiene un valor que ronda los $3.000.
