Para comenzar, creo que siempre es bueno tener varios puntos de vista para poder tomar mejores decisiones. Partiendo con esa idea, creo que realizar actividades al aire libre es un gusto que podríamos todos tener y que el rol de las mujeres actualmente es bastante importante y se nota la presencia de este cambio.


Las mujeres hemos crecido en Sudamérica bajo un modelo social, donde el acceso a las actividades al aire libre ha estado principalmente enfocado al genero masculino y eso se ve reflejado en las generaciones. Actualmente (o desde hace 10-12 años) esto, creo yo, ha ido cambiando. Pero se trata de procesos de transición que toman mucho tiempo, ahora tenemos referentes femeninos en casi todos los deportes y en casi todas las disciplinas, esto no sucedía en los años setenta.


Por otro lado, el rol de las mujeres en el ámbito del montañismo y más aún en el guiado profesional, es algo que está comenzando a cambiar, las escuelas más antiguas de enseñanza han ido evolucionando, dándose cuenta que la presencia del género femenino es igual de importante y que hay mucho que aportar.


Para ir más al detalle, en el ámbito de toma de decisiones (factor humano) sobre todo en la enseñanza en terreno y frente a peligros como las avalanchas, el rol de las mujeres juega un factor importante, ya que se ha visto que somos capaces de tomar decisiones sin aceptar riesgos grandes, esto quiere decir que somos capaces de manejar nuestros márgenes de mejor manera y no exponernos al peligro de la misma manera que nuestros pares masculinos.


Para mi todo este proceso ha sido de aprendizaje y estoy feliz de poder ser parte de la ecuación cultural donde se han comenzando a romper barreras y a aceptarnos como individuos con diferentes habilidades y así poder crecer como un equipo donde -tanto el hombre como la mujer- podemos hacer cosas que parecen imposibles: escaladas de alta complejidad, cambios políticos, tecnología de punta y muchas cosas más.


El secreto de saber aceptarnos cómo individuos hace que podamos crecer juntos.